Los confinamientos para frenar la pandemia provocaron el año pasado la recesión económica más profunda de la historia en el bloque de 27 naciones, afectando desproporcionadamente al sur de la UE, donde las economías suelen depender mucho más de los visitantes.
Ahora que el despliegue de las vacunas contra la COVID-19 está cobrando ritmo, algunos gobiernos, como los de Grecia y España, están presionando para que se adopte rápidamente un certificado en toda la UE para quienes ya están inoculados, de modo que la gente pueda volver a viajar.
Además, a medida que la epidemia mejore, muchas empresas comerciales internacionales se desarrollarán rápidamente y el comercio entre países se volverá más frecuente.
Francia, donde el sentimiento antivacunas es particularmente fuerte y donde el gobierno se ha comprometido a no hacerlas obligatorias, considera la idea de los pasaportes de vacunas como “prematura”, dijo un funcionario francés.

Hora de publicación: 25 de febrero de 2021
